Un término conocido en la jerga médica, pero que muchas veces se presta a confusión entre las personas "comunes" es la llamada
muerte cardiaca súbita, que no es más que la muerte natural debido a
fallas del corazón.
El error más frecuente es identificarla con el
paro cardíaco,
sin embargo, a diferencia de la primera, este es un cese del bombeo que
puede ser reversible. Sin embargo, la muerte cardiaca súbita sucede de
manera natural, rápida e inesperada. Veamos hoy por qué se origina este
fenómeno y cuál es su
incidencia en las personas jóvenes.
Causas de la muerte cardiaca súbita
La causa más común de la muerte cardiaca súbita en pacientes de más de 30 años es la
trombosis (aparición de un coágulo) en la
arteria coronaria mayor que abastece de sangre al músculo cardiaco.
Esta obstrucción conduce a una arritmia del corazón y progresa hasta la
fibrilación ventricular,
o sea, la desorganización de los impulsos del ventrículo, que se
vuelven erráticos. Cuando esto sucede, el corazón es incapaz de bombear
la sangre y, por tanto, la
muerte tendrá lugar en minutos.
Otra de las causas más frecuentes en la población adulta es la
hipertrofia del ventrículo izquierdo como resultado de una
hipertensión prolongada, lo que provoca daños en las paredes de las principales cámaras del corazón. Esto también conduce a una
arritmia cardiaca y finalmente a la muerte súbita.
Síntomas de la muerte cardíaca súbita
Este fallo cardiaco no muestra
síntomas previos
asociados con la muerte. Los pacientes pueden haber estado realizando
durante el día su vida habitual y de pronto colapsar, sin que se
produzcan las manifestaciones típicas del
infarto (dolor en el pecho o asfixia).
Lo más usual es que los pacientes se sientan mal, con náuseas, mareos
y ganas de vomitar. Estos síntomas se producirán en un rango de tiempo
que va de pocos minutos a varias horas.
Incidencia de la muerte cardiaca súbita en personas jóvenes
La muerte cardiaca súbita resulta más frecuente en personas entre los
30 y 40 años. La incidencia en los hombres es mayor que en las mujeres
(el doble) y raramente aparece en niños.
El suceso se produce también en personas que están realizando una
actividad física fuerte, especialmente los deportistas. Algunos atletas
han muerto a lo largo de la historia mientras realizaban su
entrenamiento. Los más jóvenes en deportes de equipo y los de más de 35
años corriendo o trotando, especialmente en maratones.
Por lo general obedece a
defectos estructurales o
anormalidades en el funcionamiento del corazón, que descontrolan su
ritmo y lo llevan a una fibrilación ventricular. También se ha
confirmado la presencia de
condiciones cardíacas congénitas, malformaciones musculares o de enfermedades virales.
Tratamiento a los síntomas de fibrilación ventricular
Cuando los pacientes llegan a emergencia la respuesta rápida es aplicar los
desfibriladores portátiles. Esta
tecnología ha salvado la vida de muchas personas en estado de colapso,
pero lamentablemente no es así para la mayoría de los casos de muerte
cardiaca súbita.
La resucitación en estos casos rara vez resulta efectiva. El
mecanismo que subyace a este proceso no ha sido aún comprendido por la
ciencia.
La
muerte cardiaca súbita se origina de manera
brusca y en la mayoría de los casos es irreversible. Por eso, es
importante no solo para los atletas, sino para todas las personas que
tengan un historial familiar de
patologías cardiacas que se mantengan atentos a su propia salud, de manera que puedan prevenirse futuros problemas en el
corazón.