Antes de comenzar a realizar experimentos con hielo seco, debemos comprender qué es este material y cuáles son las propiedades que lo vuelven muy peligroso si no se utiliza responsablemente.
El hielo seco es dióxido de carbono en estado sólido, y su principal característica es que pasa del estado sólido al gaseoso directamente, lo que proporciona un aumento de volumen tal que si se lo contiene en un envase cerrado el mismo estallará debido a la fuerte presión que le ejercerá el .
Se pueden conseguir algunos trozos pequeños para experimentar principalmente en las heladerías, aunque existen muchas que lo proveen de manera industrial.
de los experimentos más comunes se realiza colocando varios trozos de hielo seco en una botella plástica de refresco, (la cual se sugiere debilitar en algún punto para controlar mejor el punto de explosión), luego se coloca agua cubriendo los trozos, se tapa herméticamente, se sacude un poco y se deja en un lugar para que estalle. Se debe tener mucho cuidado en este caso de no tocar demasiado la botella porque podría explotar en nuestras manos lastimándonos.
Uno de los ámbitos donde más se utiliza esta sustancia es en el del cine y los efectos especiales, donde se coloca hielo seco para crear niebla artificial, vapor o efectos de humo fabulosos. También se pueden crear grandes cantidades de espuma cuya consistencia es ideal para una filmación al mezclarlo con jabón de tocador.
Por último, si mezclamos hielo seco, una pastilla de de menta y un poco de refresco de cola, tendremos en pocos minutos un cohete que se elevará por las alturas. En este último caso se debe ser muy cuidadoso, porque muchas veces la botella suele explotar por un punto no deseado provocando algún accidente.
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