
Desde la Universidad del Estado de Moscú en colaboración con investigadores de la Universidad de Cincinnati en Ohio, se analizó la composición química de cuatro marcas diferentes de vodka, para comprobar si ésta era la responsable de las preferencias de los consumidores.
Prestando atención a los hidratos de etanol de la vodka, los investigadores descubrieron que la preferencia por una marca se traduce en una preferencia por cierta distribución de estos clústeres moleculares en la bebida.
De esta manera los consumidores pueden diferenciar los sabores de las marcas de la vodka, sólo basándose en su sabor, a pesar de que para algunos su sabor nos parezca indistinguible.
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