domingo, 13 de mayo de 2012

Qué pasaría si no existiera la Luna



Ningún otro planeta más que la Tierra en el Sistema Solar posee una compañía tan importante como la de la Luna. Es una de las tantas cosas que nos hacen únicos y tan privilegiados, al menos en este sistema. ¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si no existiera la Luna? Pues es una pregunta muy frecuente y también muy interesante. Para contestarla hoy en OjoCientífico te invitamos a conocer algunos de los aspectos más interesantes sobre la importancia que tiene la Luna para con la Tierra y qué dice el experto Bernard Foig, científico de la Agencia Espacial Europea (ESA), sobre cómo serían las cosas si no tuviéramos Luna. El análisis de Bernard Froig Bernard Froig es un científico francés, miembro de la ESA y cabecilla de la misión de investigación lunar conocida como SMART-1, la primera misión lunar europea. Froig, luego de sus investigaciones, ha publicado algunos de los resultados de sus análisis sobre los distintos efectos que tiene la Luna sobre el planeta Tierra, explorando también qué sucedería ante la ausencia de la misma.

¿Cómo se formó la Luna?

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Sabemos que la Tierra se formó hace aproximadamente unos 5 billones de años atrás, mientras que la Luna se formó 30 millones de años después y para entonces el planeta era una masa enorme de magma.
Un enorme impacto en el planeta desprendió parte de sí y de su manto magnético. Tal manto se dispuso en órbita alrededor de la Tierra. Este material en conjunto con los restos del desprendimiento formaron la Luna.
Para entonces, la Luna se encontraba a una distancia mucho menor a la Tierra que la que hoy conocemos e incluso podía divisarse 10 o quizás hasta 20 veces más grande que como acostumbramos a verla ahora. ¿Imaginan semejante espectáculo?

La importancia de la Luna en la formación de la Tierra

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Al encontrarse la Luna tan cerca de la Tierra, la fuerza de marea que ejercía el satélite sobre el planeta era también mucho más intensa, llegando incluso a afectar los océanos de magma. El intenso efecto de la Luna funcionó como una fuente de calor para la Tierra, proporcionando energía extra en el calentamiento de los diferentes elementos radioactivos presentes en nuestro temprano planeta e influyendo en las formaciones geológicas del mismo.
Durante millones de años la Tierra, al igual que la Luna y el resto del Sistema Solar, fueron constantemente bombardeados por todo tipo de asteroides. Nuestro planeta tanto por su tamaño como por su mayor fuerza de gravedad fue azotada con más frecuencia, algo de lo que hoy la Luna nos brinda clara evidencia.
Así, la Luna es también un importantísimo objeto de estudio. Según señala Bernard Froig, la investigación de la Luna podría brindarnos toda clase de datos de sumo interés, por ejemplo materiales, fragmentos y distintos elementos de la antigua Tierra. Ello se debería a que durante estos bombardeos, varios fragmentos de nuestro planeta se desprendieron y luego chocaron con la Luna, quedándose allí.
Bernard sostiene que se podrían encontrar todo tipo de compuestos orgánicos capaces de contarnos mucho sobre la historia de la Tierra y que hasta se podrían encontrar allí fósiles preservados de antiquísimas formas de vida.

¿Qué pasaría en la Tierra si no existiera la Luna?

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La ausencia de la llamada fuerza de marea sería una de las responsables de los cambios más significantes. La Luna afecta al material líquido del planeta y, como todos sabemos, en especial la actividad de los océanos y las corrientes marítimas.
Sin embargo, la corteza de nuestro planeta también se ve afectada por la actividad lunar, al igual que el clima. Esta fuerza brinda también un calentamiento significante en la Tierra, disipa energía y actúa en el movimiento de las placas tectónicas.
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Si la Luna repentinamente desapareciera, la altitud global y las corrientes de los océanos se modificarían considerablemente. El agua de estos se redistribuiría y tomaría dirección hacia los polos, lo que provocaría diversos problemas.
En relación con el movimiento de la Tierra también la Luna tendría un papel fundamental, ya que la ayuda a estabilizarse y mantenerse con el mismo movimiento mediante su influencia gravitacional.

¿Cómo afectaría la ausencia de la Luna en la vida sobre la Tierra?

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De forma negativa, pues las especies se han adaptado al medio en el que ahora se encuentran, sobre todo los que viven en la costa, las que viven en agua salada y demás. Todas ellas están adaptadas a estas condiciones de acuerdo a las corrientes y el flujo de la marea, algo que dejaría de ocurrir si no existiera la luna.
En lo que respecta a la iluminación que brinda el reflejo de la luz del Sol en la Luna, muchas son las especies que se verían afectadas precisamente por perder significativamente la capacidad de adaptarse a la oscuridad de la noche sin la ayuda de la luz reflejada por la Luna.
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Bernard Froig sostiene que los humanos, al tener un sentido de la vista tan agudo, casi seríamos capaces de iluminarnos con la luz de la Vía Láctea. En cuanto a nuestra organización, los calendarios que fueron creados a partir de las fases de la luna (sobre todo para la caza y las cosechas) dejarían de existir.
  • En la comunidad científica tendría también un gran impacto. Durante cientos de años el hombre ha estudiado la Luna y a partir de allí a logrado cosas espectaculares. Mediante el estudio de las fases de la Luna se logró determinar la distancia de esta hasta la Tierra, el tamaño de ambas, la distancia de aquí al Sol, el tamaño de diversos objetos y distancias en el Sistema Solar, etc.

¿Por qué el mercurio se considera un metal si es líquido?

Cuando somos niños nos preguntamos muchas cosas, especialmente en los años escolares. Una vez, mientras recibía clases de química me pregunté por qué el mercurio se considera un metal si es líquido. El maestro a cargo no supo entonces explicarme convincentemente. Para aquellos que como yo quedaron sin respuesta entonces, va esta historia. Mercurio: el número 80 de la tabla periódica Había una vez un metal que se llamaba mercurio. Su nombre no siempre fue así, los antiguos le llamaban hydrargyros: hydros, agua y argyros, plata, probablemente debido a su color argénteo y su composición líquida. Más tarde adoptó el nombre de un dios y así se le conoce en nuestros días. Por ser una sustancia tan extraña y debido a la ignorancia de la época, muchos pueblos lo utilizaban con fines medicinales, llegando incluso a ser ingerido en muchos casos con resultados tóxicos para las personas. Tras muchos años de estudio, la ciencia logró sistematizar los elementos químicos del universo y se creó la tabla periódica. Entonces, de acuerdo a sus pesos atómicos cada uno tuvo una posición.

El mercurio, uno de los primeros metales conocidos por el hombre desde la antigüedad, ocupó el lugar 80 y su símbolo fue Hg. Se le consideró un metal pesado, algo que sucede cuando el elemento posee una densidad relativamente alta y resulta tóxico en cierta medida para los seres humanos.
Los elementos que rodean al Hg se comportan todos uniformemente. Electrones valentes mantienen unidos a un sinnúmero de iones positivos cual si de un entramado se tratase, lo que permite que los metales tengan una gran conductividad eléctrica, sean tan duros y no se derritan con facilidad.

Mercurio, el metal más indisciplinado de todos

Pero en esta aula de elementos, un alumno destaca de manera negativa, convirtiéndose casi en un enigma: el mercurio. Todos los metales vecinos son sólidos a temperatura y presión ambiente (TPA), en cambio él se muestra en estado líquido.
La razón por la cual el mercurio es un líquido bajo dichas circunstancias es porque la estructura de sus enlaces es muy débil. A TPA los electrones que giran alrededor del núcleo no mantienen fácilmente sus enlaces con los átomos de mercurio; de ahí que no se solidifique.
Por esta misma causa, no conduce la electricidad y el calor con tanta facilidad como el resto de los metales; sin embargo, respecto a los no metales podemos decir que sí es un buen conductor eléctrico. Su uso en interruptores, barómetros, termómetros y otras aplicaciones electrónicas así lo prueba.
Si bien es cierto que el mercurio resultó ser un elemento indisciplinado, también lo es que cumple con las características del grupo en la mayoría de los aspectos: es lustroso, de color plateado; conduce la electricidad y el calor, y se le puede combinar con otros metales.

Como ocurre con todos los fenómenos naturales, existen las reglas pero también los puntos de discontinuidad. Y el mercurio, protagonista de nuestra historia, no es más que otro metal pesado con sus particularidades, esto es, ser líquido a temperatura ambiente. La duda está saldada, mas no por ello deja de resultar intrigante. ¿No creen?